jueves, 5 de septiembre de 2024

Caso Carolina Andrango - ¨El abuelo¨

 






Carolina Andrango acababa de cumplir 15 años, cuando la tarde del sábado 25 de agosto de 2018, cerca de las 19H00, pidió permiso para salir con su amigo Antony para ir a comer salchipapas, al inició su madre se negó, pero su hija le dice ¨mami, confía en mí. No me va a pasar nada. Yo sé defenderme¨. Esa noche Carolina no volvió, al día siguiente su madre salió a buscarla, sin éxito, alrededor de su casa en el sector del Comité del Pueblo, al norte de Quito, en el camino miró un grupo de gente que se congregaba en un pasaje.

 

La noche del domingo 26 de agosto, agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased) informan a la madre de Carolina que ese día el cuerpo de su hija fue hallado abandonado, en el sitio donde se estaban reuniendo las personas.

 

En la morgue informaron a la madre de Carolina que su muerte no fue violenta, y que se debía a un edema pulmonar con posible pancreatitis aguda por la ingesta de alcohol, por considerarse que la muerte fue por causas naturales, el caso se envía a la unidad de Actuaciones Administrativas de la Fiscalía donde se tramitan las muertes no violentas, y archivado en diciembre de 2018.

 

Sin embargo, la madre empezó a hablar con sus vecinos y vecinas. Así conoció que una de ellas vecina vio a cuatro jóvenes, llevando a Carolina hasta un terreno baldío, pensando que estaba ebria grabó un video, pero al ver que la abandonaron en el terreno y que no se movía, llamó a la Policía. La madre guardó ese video que le entregó a la Fiscalía, además la hermana de Carolina ingresó a la cuenta de Facebook de la joven y encontró conversaciones con dos jóvenes.

 

Mediante Resolución No.030 de fecha 21 de enero de 2019, el Pleno del Consejo de Protección de Derechos del Distrito Metropolitano de Quito, creó la Comisión Ocasional de Violencia de Género, la cual aborda la emergencia de violencia de género declarada por este Consejo y realiza observancia a casos emblemáticos; en este contexto se recibió a la madre de Carolina, y luego del análisis respectivo recomendó a la Fiscalía General del Estado se acoja la recomendación de la Defensoría del Pueblo y de la Comisión Ocasional de Violencia de Género, respecto a la aplicación del Protocolo Latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (femicidio/ feminicidio), por parte de las y los fiscales, para asegurar una correcta tipificación en el caso mencionado.

 

Así, la madre logró que la Fiscalía realice la exhumación del cadáver y se realice una auditoría médica., en la cual se ratificó que la causa de la muerte fue un edema agudo pulmonar con posible pancreatitis. Pero el médico legista descartó la intoxicación por alcohol. Se determinó que Carolina había sido violentada sexualmente, tenía desgarres en la vagina y en el ano, así como hematomas en su cuerpo y se determinó que la muerte se produjo por asfixia por sofocación, por vía nasal y vocal durante agresión sexual.

 

Así, las autoridades de turno anunciaron la reapertura del caso en marzo de ese año, anunciaron investigaciones al interior de la Policía y sancionaron dos policías.

 

Según las posteriores investigaciones realizadas, se establece que la adolescente falleció en una fiesta tras ser golpeada y violada, previamente Carolina había confesado a una amiga que quería salir del grupo que lideraba Christian G, alias "Careniña", quien le había convencido de ser su novia, le invitaba a fiestas o caídas, donde la drogaba y la prostituía entre sus clientes. Cuando la adolescente expresó que quería salir de ese círculo fue agredida y violada brutalmente, lo que provocó su muerte.

 

En marzo de ese año fueron detenidas siete personas, cuatro jóvenes y tres adolescentes, quienes participaron cambiando de ropa al cadáver de Carolina, ellas fueron sentenciadas a un año de libertad condicional asistida.

 

Según testigos, en la noche previa a la muerte de Carolina, ella estuvo en la casa de “Careniña”, al ser mayor de edad, fue procesado penalmente, cuando fue detenido tenía un dispositivo electrónico por otro delito de violación.

 

El 3 de diciembre de 2019 se realizó el primer día de juicio, se presentaron 25 testigos y peritos, fue llamado a declarar quien analizó el video que registró a los cuatro jóvenes botando el cuerpo de Carolina, en la audiencia no se pudo abrir el CD, lo que generó el cuestionamiento en redes sociales, si esa evidencia se dañó o perdió.

 

Entre los detenidos de marzo de 2019 se encontraba Phillips R. D., norteamericano de 65 años, conocido entre los adolescentes como “El Abuelo”, relacionado a una empresa petrolera. Ese año una fotografía de él junto a oficiales de la Policía se volvió viral.

 

Durante el allanamiento de la casa de “El Abuelo” fueron encontrados, según el parte policial: ocho celulares, dos cámaras fotográficas, marihuana, juguetes sexuales, una caja fuerte, “máculas de rastros biológicos” y “varios documentos y prendas vinculantes”, con imágenes de menores de posible carácter sexual; con lo que se abre un proceso por trata de menores con fines de explotación sexual.

 

Dos semanas antes del crimen Carolina había registrado en su cuenta de Facebook las fotos de su último cumpleaños, donde estaría en la que sería la casa de “El Abuelo”, ubicada en el exclusivo sector del Quito Tenis, cuando fue llamado a dar su versión dijo que no conocía a la adolescente y que como suele ayudar a chicos, ellos tenían la llave de su departamento. A finales de marzo de 2019, se difundió un video donde sale “El Abuelo” junto a cinco jóvenes que buscaban perfiles en Facebook.

 

Según la Fiscalía, “Careniña” captaba a adolescentes entre 13 y 16 años de edad para que participen en fiestas conocidas como “caídas” que organizaba en el domicilio de “El Abuelo” en estas reuniones había alcohol, y se les ordenaba tener, entre otros actos, sexo grupal, que fotografiaba y filmaba.

 

Cuando Carolina habría cumplido 16 años, su madre se conectó con la cuenta de su hija a Facebook, donde recibió mensajes amenazantes de una supuesta amiga de Carolina, quien le dijo que no sabe con quién se está metiendo y que se trata de una persona poderosa.

 

Este caso se dilató muchas veces, finalmente el 11 de marzo de 2020, un tribunal de garantías penales de la provincia de Pichincha dictó una sentencia condenatoria de veinticinco años y cuatro meses para Phillips R. D. “El Abuelo” y otros procesados, entre ellos “Careniña”, por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual.

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